Tormenta de luz
Tormenta de luz es una pintura de expresionismo abstracto que presenta una composición dinámica y texturizada que evoca la sensación de un paisaje cósmico o terrestre en transformación. No se distinguen formas claramente definidas, sino más bien una interacción de colores y texturas que sugieren movimiento y profundidad.
Los colores predominantes son una mezcla rica y terrosa, predominando los tonos de azul profundo y turquesa pálido, que en algunas áreas parecen mezclarse con ocre, marrón óxido y toques de dorado pálido. Estas tonalidades cálidas y frías se yuxtaponen, creando un fuerte contraste visual.
Una franja o área central de color blanco luminoso y gris claro atraviesa la composición de forma diagonal, sugiriendo una fuente de luz intensa o una acumulación de energía. Alrededor de esta zona central, los colores se arremolinan y se difuminan, creando una sensación de movimiento y turbulencia.
La textura se ha conseguido con diferentes técnicas de aplicación de pintura o la incorporación de materiales texturizados. Pequeños puntos blancos dispersos añaden un toque de brillo y sugieren la presencia de partículas o destellos.
En general, la pintura transmite una sensación de poder, misterio y transformación. Evoca imágenes de fenómenos naturales como tormentas, erupciones volcánicas o incluso la formación de planetas. La interacción de la luz y la oscuridad, junto con la riqueza de la paleta de colores, crea una atmósfera intrigante y contemplativa.
Tormenta de luz es una pintura de expresionismo abstracto que presenta una composición dinámica y texturizada que evoca la sensación de un paisaje cósmico o terrestre en transformación. No se distinguen formas claramente definidas, sino más bien una interacción de colores y texturas que sugieren movimiento y profundidad.
Los colores predominantes son una mezcla rica y terrosa, predominando los tonos de azul profundo y turquesa pálido, que en algunas áreas parecen mezclarse con ocre, marrón óxido y toques de dorado pálido. Estas tonalidades cálidas y frías se yuxtaponen, creando un fuerte contraste visual.
Una franja o área central de color blanco luminoso y gris claro atraviesa la composición de forma diagonal, sugiriendo una fuente de luz intensa o una acumulación de energía. Alrededor de esta zona central, los colores se arremolinan y se difuminan, creando una sensación de movimiento y turbulencia.
La textura se ha conseguido con diferentes técnicas de aplicación de pintura o la incorporación de materiales texturizados. Pequeños puntos blancos dispersos añaden un toque de brillo y sugieren la presencia de partículas o destellos.
En general, la pintura transmite una sensación de poder, misterio y transformación. Evoca imágenes de fenómenos naturales como tormentas, erupciones volcánicas o incluso la formación de planetas. La interacción de la luz y la oscuridad, junto con la riqueza de la paleta de colores, crea una atmósfera intrigante y contemplativa.
Tormenta de luz es una pintura de expresionismo abstracto que presenta una composición dinámica y texturizada que evoca la sensación de un paisaje cósmico o terrestre en transformación. No se distinguen formas claramente definidas, sino más bien una interacción de colores y texturas que sugieren movimiento y profundidad.
Los colores predominantes son una mezcla rica y terrosa, predominando los tonos de azul profundo y turquesa pálido, que en algunas áreas parecen mezclarse con ocre, marrón óxido y toques de dorado pálido. Estas tonalidades cálidas y frías se yuxtaponen, creando un fuerte contraste visual.
Una franja o área central de color blanco luminoso y gris claro atraviesa la composición de forma diagonal, sugiriendo una fuente de luz intensa o una acumulación de energía. Alrededor de esta zona central, los colores se arremolinan y se difuminan, creando una sensación de movimiento y turbulencia.
La textura se ha conseguido con diferentes técnicas de aplicación de pintura o la incorporación de materiales texturizados. Pequeños puntos blancos dispersos añaden un toque de brillo y sugieren la presencia de partículas o destellos.
En general, la pintura transmite una sensación de poder, misterio y transformación. Evoca imágenes de fenómenos naturales como tormentas, erupciones volcánicas o incluso la formación de planetas. La interacción de la luz y la oscuridad, junto con la riqueza de la paleta de colores, crea una atmósfera intrigante y contemplativa.
Técnica mixta sobre lienzo extendido
Medidas 50 x 68