El Rugido de las Olas es una obra inmersiva en las fuerzas de la naturaleza, en la esencia primordial del océano.
He utilizado una paleta de azules profundos (ultramarinos, cobalto y casi negros), para capturar la inmensidad y el misterio de un mar nocturno en plena tormenta.
La textura, palpable y rugosa, intensifica la sensación de turbulencia. Dos poderosas franjas horizontales de blanco y azul turquesa brillante atraviesan el lienzo, representando las crestas de las olas en el instante exacto en que rompen.
La sensación de espuma, ha sido aplicada con la técnica de salpicaduras violentas y efímeras, contrastando vívidamente con el fondo oscuro, evocando el sonido estruendoso del mar.
El contraste entre la oscuridad absorbente del agua profunda y la luminosidad explosiva de la espuma es el núcleo emocional de la pieza, transmitiendo una dualidad entre la calma abisal y el caos liberado.
La obra es una meditación sobre la belleza imponente e indomable de la naturaleza.
El Rugido de las Olas es una obra inmersiva en las fuerzas de la naturaleza, en la esencia primordial del océano.
He utilizado una paleta de azules profundos (ultramarinos, cobalto y casi negros), para capturar la inmensidad y el misterio de un mar nocturno en plena tormenta.
La textura, palpable y rugosa, intensifica la sensación de turbulencia. Dos poderosas franjas horizontales de blanco y azul turquesa brillante atraviesan el lienzo, representando las crestas de las olas en el instante exacto en que rompen.
La sensación de espuma, ha sido aplicada con la técnica de salpicaduras violentas y efímeras, contrastando vívidamente con el fondo oscuro, evocando el sonido estruendoso del mar.
El contraste entre la oscuridad absorbente del agua profunda y la luminosidad explosiva de la espuma es el núcleo emocional de la pieza, transmitiendo una dualidad entre la calma abisal y el caos liberado.
La obra es una meditación sobre la belleza imponente e indomable de la naturaleza.
Obra realizada sobre tabla mediante técnicas mixtas.
Medidas 50x60 cm
