Obra realizada sobre lienzo extendido mediante técnicas mixtas.
Medidas 80x80 cm
Bloque de enlace a contenidos
"El despertar de la luz" es una obra abstracta que se sumerge en un universo de texturas y colores, sugiriendo una escena cósmica o la efervescencia de una nebulosa.
La composición está dominada por una oscuridad profunda y aterciopelada (negros y grises oscuros) que actúa como el fondo infinito del espacio, cediendo el paso a una erupción de color y luminosidad.
El punto focal es una poderosa y vibrante corriente de luz. Un intenso azul cian brillante surge de la oscuridad, contrastando dramáticamente con una explosión de blanco puro y lechoso que simula una densa nube de gas o una explosión estelar. Esta luz blanca parece "despertar" y abrirse camino a través del vacío.
En las zonas superiores y laterales, se introducen tonos cálidos de marrón oxidado y ocre, que añaden una complejidad terrenal o de polvo estelar, equilibrando la frialdad de los azules. La técnica empleada, acrílico añadido en capas mezclado con carboncillo y tizas, crea una sensación de profundidad y movimiento dinámico, donde las motas de pigmento blanco simulan estrellas distantes o partículas de energía.
En conjunto, la obra es una meditación visual sobre el contraste, representando el momento en que la energía y la creación se abren paso a través de la inmensidad del vacío.
"El despertar de la luz" es una obra abstracta que se sumerge en un universo de texturas y colores, sugiriendo una escena cósmica o la efervescencia de una nebulosa.
La composición está dominada por una oscuridad profunda y aterciopelada (negros y grises oscuros) que actúa como el fondo infinito del espacio, cediendo el paso a una erupción de color y luminosidad.
El punto focal es una poderosa y vibrante corriente de luz. Un intenso azul cian brillante surge de la oscuridad, contrastando dramáticamente con una explosión de blanco puro y lechoso que simula una densa nube de gas o una explosión estelar. Esta luz blanca parece "despertar" y abrirse camino a través del vacío.
En las zonas superiores y laterales, se introducen tonos cálidos de marrón oxidado y ocre, que añaden una complejidad terrenal o de polvo estelar, equilibrando la frialdad de los azules. La técnica empleada, acrílico añadido en capas mezclado con carboncillo y tizas, crea una sensación de profundidad y movimiento dinámico, donde las motas de pigmento blanco simulan estrellas distantes o partículas de energía.
En conjunto, la obra es una meditación visual sobre el contraste, representando el momento en que la energía y la creación se abren paso a través de la inmensidad del vacío.
Obra realizada sobre lienzo extendido mediante técnicas mixtas.
Medidas 80x80 cm